Uno podría pensar que ya se ha
escrito lo suficiente sobre la Segunda Guerra Mundial, sobre los nazis, sobre
Auschwitz. Pero son infinitas las historias, como infinitos fueron los
padecimientos de sus víctimas. El asunto, claro, es cómo abordar el tema sin
caer en maniqueísmos.
Mestizas, de Affinity Konar, es una novela que sale más que airosa
de ese desafío. No sólo cuenta con personajes verosímiles, bien construidos,
llenos de matices, sino que sabe mostrar la belleza que hay en el mundo aun en
medio del horror.
La autora declara, en su página
oficial, ser una judía polaca cuyo abuelo sirvió en la Segunda Guerra Mundial,
así que creció escuchando anécdotas al respecto; asimismo, que a los dieciséis
años ella leyó una obra titulada Children
of the flames, de Lucette Lagnado y Sheila Cohn Dekel, que le hizo desear
escribir sobre este amargo episodio de la humanidad.
Las ‘mestizas’ son Stasha y
Pearl, mellizas idénticas, judías polacas en la pubertad. Han sido felices al
lado de su padre, su madre y su abuelo paterno. Pero su origen y su condición
de gemelas las condenan a un terrible destino: ser conejillos de Indias del doctor
Josef Mengele, “el Ángel de la Muerte”.
Mengele, como estudioso de la
herencia genética, estaba obsesionado con analizar todos los casos posibles de
nacimientos múltiples y de personas con características anómalas, en su afán de
contribuir a la ansiada ‘raza aria’ para el delirante proyecto del Tercer
Reich.
Stasha y Pearl alternan sus
testimonios, de manera que sus perspectivas se van complementando o
contradiciendo. Así, narran los supuestos privilegios que ‘el Tío’ –como se
hace llamar el siniestro médico- les promete a cambio de prestarse a los
experimentos; el martirio de verse mermadas física y espiritualmente; la rapiña
que se suscita entre los mismos prisioneros, que no tienen compasión ni de los
cadáveres; las macabras diversiones que ingenian los niños; la incertidumbre al
verse separadas, fragmentadas…
Konar se muestra ampliamente
documentada al mencionar casos verídicos muy específicos, como el de los
gemelos que fallecieron gangrenados al suturárseles por la espalda para
convertirlos en ‘siameses’; o el de la familia de artistas liliputienses que
servían como bufones para los nazis.
La obra cuenta con personajes
secundarios que cobran una grandeza insospechada, como la albina Bruna, un
personaje rebelde y picaresco, que toma a las gemelas como protegidas; Paciente
Número Azul –o Feliks-, un niño ‘fenómeno’, gran aliado de Stasha cuando todo se complica;
la doctora Miri, a quien Pearl le toma enorme afecto al entender sus razones
íntimas; el enano Mirko, que muestra una nobleza que nadie imaginó….
Si bien la lectura tiene un ritmo
fluido, conviene demorarse para apreciar mejor el lenguaje pulido, las hermosas
imágenes, la filosofía que estas páginas rebosan: “las horas del superviviente
son distintas a las de cualquier otra persona, y cada minuto de ellas responde
a una historia que no puede ser cambiada ni restablecida ni convertida en algo
soportable”; “cuando el mal ha hecho lo que le place con nosotros, no siempre
podemos saber quiénes somos, en qué podríamos convertirnos, de qué acciones
seremos capaces”.
Mestizas: una novela que conduce al lector de la devastación a la
esperanza.
Elena Méndez
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Affinity
Konar,
Mestizas (título original: Mischling),
Traducción:
Fernanda Melchor,
Col. Hotel
de las Letras,
Editorial
Océano,
México,
2017,
464 pp.
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