El
insomnio es una catarata por donde se desbordan los sueños: caen despeñados,
estallan, se diluyen. Es un terreno fértil para la meditación; un tránsito imparable
del pensamiento. El tiempo transcurre de otro modo, como en un ralentando.
Elsa
Cross lo sabe. Nativa de la Ciudad de México, en la que cada vez es más difícil
dormir, celebra su setenta aniversario con un pequeño y exquisito volumen
poético: Insomnio (Ediciones Era,
2016).
Estos
trece poemas fueron escritos durante dos años en dos ciudades distintas: Kolkata
(nombre bengalí de Calcuta) y su lugar de origen. No es casual que uno y otro
sitio sean conocidos como “La Ciudad de los Palacios” y en ambos la autora haya
edificado un “no tiempo, no lugar” en el cual se agudizan los sentidos y la
mente se vuelve toda contemplación.
La
oscuridad que todo lo devora se transforma en una lucidez alucinada que revela
a sus criaturas. El silencio libera sus discursos adormecidos.
Hay
una fusión entre lo Inasible y lo Inefable: “El tiempo se suspende/en ese
instante único/se detiene en un punto que irradia/fijo e incesante/nuevo y
eterno/ lo que es lo que no es/ y en esa pausa juega el infinito/Lo que ha sido
y será/vibra/respira en esa pausa/se vacía de sí mismo/transformándose/en
espirales de aliento sutilísimo/átomos de silencio” (“13”, p. 68)
El
Instante se percibe como un Aleph que en su pequeñez concentra todo un
Universo: “El instante captura los límites/los rompe/Ve en la urdimbre
minuciosa la faz entera del tiempo/lo que transcurre indetenible/lo que
acontece impostergable/En el instante se contienen lo que fue y lo que no será”
(“12”, p. 61); “El instante enciende todo en torno/y lo contiene/lo deja
allí/sin detenerse en ninguno de sus rostros/lo devora/Concentra en sí/el poder
el saber el hacer/es omnisciente” (“12”, p. 62).
El
yo lírico descifra lo que ocurre cuando el Sol atraviesa el insomnio: “Y si se
extiende el insomnio a pleno sol/¿qué deuda cumple?/Deja asomar su tenaza
retráctil/muestra en reflejo sus escamas/y traspasa al sueño con sus bordes
filosos/ A pleno sol/la noche se filtra por la hendidura de una nube/crece
desde la sombra de un arbusto /y ensancha su perímetro/sus toscas
cremalleras/allí donde las ruinas de Golconda/oscilan en el columpio del
deseo/o visitan como un péndulo/las dos orillas de lo real” (“5”, pp. 29-30).
Los
estragos físicos son evidentes: “Los ojos arden lloran se fatigan/de abrirse y
de cerrarse/de ver sin ver en la penumbra (…)” (“2”, p. 16). Las consecuencias
mentales son diversas: “En una noche de insomnio/te inmovilizas hasta volverte
piedra/y dentro soportas la ebullición/de ideas que reptan como gusanos/que se
atropellan y se anulan-/y asoman la cabeza/clonando sus precarios
repertorios/sus argumentos fallidos” (“2”, p. 13); “En una noche de insomnio
desfilan posibilidades de vidas enteras/toda una ronda de reencarnaciones”
(“1”, p. 9); “Deambulan en el insomnio de una noche/fantasmas queridos o
temidos/y puede bordearse un recinto/del que la mente huye pues no
quiere/lidiar con esos sueños ajenos/metiéndose a la fuerza/por las fisuras
imposibles del insomnio” (“1”, p. 10).
Se
eleva una Letanía a la Catástrofe en el poema “9”: “El horror se hacina en los
rincones/acecha a la vuelta de los sueños/que van y vienen/ como oleajes
cargados de desechos/formaciones lóbregas/que flotan y se adhieren/a la materia
de la mente/como a las fosas nasales/un olor a vísceras regadas” (p. 45).
En
este poema rezumante de indignación, una pregunta estremece al lector: “Madre
de los descarnados/¿te has saciado de horrores?” (p. 47). Al final, sin
embargo, una esperanza renace: “el grito de un niño/como un clarín que
reverbera/toda esa inercia malhadada/la destroza y alza por entre huecos una
respuesta” (p. 48).
Cross,
académica consagrada a la Filosofía, hace de sus divagaciones verdaderas
disertaciones. Se adentra en lo onírico, lo irreal, haciendo de esa dimensión
algo tangible, nombrable, sobre todo, para aquellos que batallamos para
conciliar el sueño e intentamos encontrar en el insomnio nuestras huellas
identitarias.
Elena
Méndez
____
Elsa Cross,
Insomnio,
Col.
Biblioteca Era,
Ediciones Era,
México, 2016,
72 pp.
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