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Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964) en su primera novela, Espejo de tres cuerpos, aborda un tema cada vez más recurrente en la narrativa contemporánea actual: “salir del armario”, expresión utilizada en el argot gay/lésbico, que significa “asumirse como homosexual”.Decisión difícil, puesto que la terrible discriminación ejercida sobre este grupo social equivale, muchas veces, no sólo a la muerte civil, sino también, a la muerte física. Recordemos la tortura sufrida por los homosexuales en Irak, a quienes sellan el ano para luego provocarles una diarrea que habrá de aniquilarlos.
La autora se enfoca al amor lésbico, considerado como propio de mujeres inmaduras o insatisfechas. Prejuicio que aún permea en nuestra sociedad occidental.
Ángeles, respetable profesora universitaria, entrada en sus cuarenta, tiene una inesperada aventura con su colega, Berenice, mucho más joven, de carácter desenfadado y con vasta experiencia en esas lides.
Por si fuera poco, la primera es divorciada y tiene una ríspida convivencia con su única hija, Raquel, una adolescente.
Todo esto lleva a Ángeles a cuestionarse acerca de su integridad como persona.
Raquel ataca reiteradamente a Berenice, quien ha debido mudarse con Ángeles al quedarse sin alojamiento, tras haberse distanciado de Nidia, su anterior compañera.
Las murmuraciones y el rechazo hacia la nueva pareja no se hacen esperar, ya sea de sus allegados o de la propia familia, como Sergio o Malena (exmarido y prima de Ángeles, respectivamente).
En un clásico episodio de homofobia, Berenice es despedida de su empleo, argumentando razones de índole académica.
Situación que, sin embargo, une más a la pareja, que emprende otros proyectos, alentada, sobre todo, por el cambio de actitud de Raquel hacia Berenice, cuya mutua e insólita complicidad no deja de sorprender a la madre de la chica.
Los celos retrospectivos atormentan a Ángeles, quien teme que Berenice regrese con Nidia.
No obstante, la seducción acecha por otro lado, de manera intempestiva y traicionera…
Odette Alonso en Espejo de tres cuerpos nos trae a personajes entrañables, más allá de la sensualidad y la picardía. Plenamente humanos por sus miedos, sus aspiraciones, sus ímpetus, a sabiendas de que cuando se sale del armario no existe marcha atrás.
Elena Méndez
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Odette Alonso,
Espejo de tres cuerpos,
Colección Thélema,
Quimera Ediciones,
México, 2009,
185 pp.
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