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Rogelio Guedea (Colima, 1974) en su primera novela, Conducir un tráiler, nos lleva por el perenne deambular de Abel Corona.
Bulmaro, hermano de Corona, asesina con terrible saña a Cecilio chico, en represalia por invadirle el rancho con su ganado. Posteriormente Ismael, Agente del Ministerio Público, hermano de los dos primeros, es muerto en forma oprobiosa para vengar al fallecido.
El protagonista abandona su vida despreocupada en el campo colimense para luego irse hacia sitios como Guadalajara, Concepción del Oro, Sabinas Hidalgo, Villa Hidalgo y Tepic, donde se mueve en ambientes lumpen, no exentos, sin embargo, de la generosidad que le profesan desconocidos.
Este constante peregrinar es estimulado tras conocer a Rodolfo Alanís, trailero cuyas lecciones vitales serán relevantes para él.
Así, la vida de los traileros vuelta metáfora constituye el leitmotiv de la novela, ya que la existencia de Corona también se halla regida por la incertidumbre. Cito: “Conducir un tráiler es poner las manos en lo cierto. Nunca sabes si llegarás o no. Y cómo o cuándo”. (pp.111-112).
La historia tiene atisbos de novela negra, manifiestos sobre todo en la investigación de los crímenes mencionados y las infamias atestiguadas por Corona -quien se desempeña como policía judicial- tanto en el Ministerio Público como en la Procuraduría, donde incluso ocurre un episodio de necrofilia.
Corona es perseguido sin tregua por órdenes de la familia de Cecilio. Esto vuelve forzoso su nomadismo, marcado siempre por la violencia.
Si bien la terrible corrupción e impunidad que permean la trama resultan escabrosas, el autor es diestro en equilibrar dichos elementos con lo erótico, lo jocoso e incluso lo tierno.
La narración alterna la primera y la tercera persona gramaticales, así como la utilización del pretérito y el presente, lo cual resulta muy acertado por brindarnos dos perspectivas distintas de la historia. Es destacable también el lenguaje coloquial del protagonista, cuya habla posee tintes rulfianos.
Guedea nos invita a ser sus copilotos en el tráiler hacia un mismo Destino: el de la Incertidumbre.
Bulmaro, hermano de Corona, asesina con terrible saña a Cecilio chico, en represalia por invadirle el rancho con su ganado. Posteriormente Ismael, Agente del Ministerio Público, hermano de los dos primeros, es muerto en forma oprobiosa para vengar al fallecido.
El protagonista abandona su vida despreocupada en el campo colimense para luego irse hacia sitios como Guadalajara, Concepción del Oro, Sabinas Hidalgo, Villa Hidalgo y Tepic, donde se mueve en ambientes lumpen, no exentos, sin embargo, de la generosidad que le profesan desconocidos.
Este constante peregrinar es estimulado tras conocer a Rodolfo Alanís, trailero cuyas lecciones vitales serán relevantes para él.
Así, la vida de los traileros vuelta metáfora constituye el leitmotiv de la novela, ya que la existencia de Corona también se halla regida por la incertidumbre. Cito: “Conducir un tráiler es poner las manos en lo cierto. Nunca sabes si llegarás o no. Y cómo o cuándo”. (pp.111-112).
La historia tiene atisbos de novela negra, manifiestos sobre todo en la investigación de los crímenes mencionados y las infamias atestiguadas por Corona -quien se desempeña como policía judicial- tanto en el Ministerio Público como en la Procuraduría, donde incluso ocurre un episodio de necrofilia.
Corona es perseguido sin tregua por órdenes de la familia de Cecilio. Esto vuelve forzoso su nomadismo, marcado siempre por la violencia.
Si bien la terrible corrupción e impunidad que permean la trama resultan escabrosas, el autor es diestro en equilibrar dichos elementos con lo erótico, lo jocoso e incluso lo tierno.
La narración alterna la primera y la tercera persona gramaticales, así como la utilización del pretérito y el presente, lo cual resulta muy acertado por brindarnos dos perspectivas distintas de la historia. Es destacable también el lenguaje coloquial del protagonista, cuya habla posee tintes rulfianos.
Guedea nos invita a ser sus copilotos en el tráiler hacia un mismo Destino: el de la Incertidumbre.
Elena Méndez
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Rogelio Guedea,
Conducir un tráiler,
Literatura Mondadori,
Random House Mondadori,
México, 2008, 224 pp.
Conducir un tráiler,
Literatura Mondadori,
Random House Mondadori,
México, 2008, 224 pp.
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