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Affichage des articles du décembre, 2012

BRINDIS POR SOBREVIVIR: LA CIUDAD QUE EL DIABLO SE LLEVÓ, DE DAVID TOSCANA

David Toscana (Monterrey, 1961) es un escritor obsesionado con el tedio, el fracaso, la muerte, la soledad, la desmitificación de la Historia, el absurdo de la existencia. Temas, sin embargo, sobre los que escribe con gran sentido del humor y cierta dosis de ternura, porque sus personajes siempre tienen un aire quijotesco: héroes condenados a la derrota por un mundo hostil que no comprende su aparente locura. Desde hace algunos años, el autor radica en Polonia, donde ubica su más reciente novela, La ciudad que el diablo se llevó (Alfaguara, 2012). Polonia fue devastada durante la Segunda Guerra Mundial, al ser ocupada por los alemanes. En Varsovia, su capital, cuatro nativos festejan la dicha de estar vivos. El grupo no podría ser más singular: “tres hombres arriba de sesenta años y uno con pocos recursos físicos” (p. 11). Ellos son Ludwik, el sepulturero que cuenta leyendas truculentas sobre los cuerpos que pueblan el cementerio; Kazimierz, un desempleado a quien le falta u

DESCIFRAR EL PORVENIR: BREVE HISTORIA DEL FUTURO, DE PEDRO PANIAGUA

Predecir el futuro ha intrigado a la humanidad a lo largo de su historia. Entre los gremios más interesados por descifrar el porvenir se encuentran los literatos y los científicos. Pedro Paniagua (Madrid, 1958), catedrático de la Universidad Complutense y reconocido periodista, ha publicado el ensayo Breve historia del futuro (Taurus, 2012), donde repasa –sin afán exhaustivo-, los vaticinios de diversas mitologías, novelas de anticipación y el logro de avances tecnológicos inimaginables para el profano. Entre los textos literarios antiguos con más presagios se halla la Biblia, en particular por la oniromancia (interpretación de sueños), sobre todo en el Antiguo Testamento. Basándose en Dunne –estudioso de la precognición-, el autor aclara que en el texto sagrado: “No debe sorprendernos la abundancia de visiones de futuro debidas a los sueños, pues (…)   la falta de rutina en cuanto al lugar donde dormir facilita ese tipo de presagios. Y no hay que olvidar que el judío ha s